martes, 2 de junio de 2009

Macrolepiota, "la merluza de monte"

Bajo este tenebroso aspecto que más de uno tilda ignorantemente de “repugnante”, se muestra espectacularmente y con el máximo desprecio por el camuflaje, una de las bellezas de la naturaleza por excelencia: la macrolepiota, o como me gusta llamarla haciendo justicia a la exquisitez de su sabor, “la merluza de monte”.


De textura fina y carnosa, indescriptiblemente suave y gustosa, digna de los paladares más exigentes, esta portentosa seta (de 15 a 30 cms de altura) que puede distinguirse a distancia, incluso desde un coche en movimiento, dilata mis pupilas cuando la veo.


Debo afirmar que me alegra de que sea una seta despreciada por muchos recolectores que no la saben a distinguir bien de la mortal “lepiota” cuya única diferencia está en la dimensión (esta última no supera los 12 cms),


Y me alegra, porque de esta manera las dejan intactas para que yo me las coma.


A más de algún reputado recolector lo he visto darla un puntapié de coraje lo cual también me alegra pues así se diseminan mejor sus esporas para el año siguiente.



Cuando es joven presenta el aspecto de una bola, o un chupachups gigante y no merece la pena arrancarla pues como hay que quitarla el tallo por ser demasiado leñoso para ingerirlo, y la piel, no sé porqué pero así lo hacía mi abuela, pues se queda en muy poca cosa para tanto trabajo.


Volvemos a pasar por allí a la vuelta de cuatro días y encontraremos un hermoso ejemplar que hará las delicias de cualquiera que se siente a nuestra mesa. Garantizado.


Preparación:

La preparación de este suculento manjar no requiere acompañamiento ni conocimientos culinarios extravagantes. La he elegido para mi primer artículo precisamente por la sencillez de su cocinado.


Es entretenido pelarla, eso sí, a veces se resiste ese epitelio superficial escamoso y hay que tener un poco de paciencia para dejarla desnuda, pero después tan sólo rebozarla en huevo y a la sartén. Su aspecto en el plato es también el de unas rodajas de merluza rebozada, pero la macrolepiota no necesita limón ni condimento alguno, es más, cualquier añadido estaría mancillando su exquisito sabor y estigmático carácter.


Acompañen a esta reina con un buen vino tinto y cualquier pan salado. Lávense las manos porque se chuparán los dedos.


Ya me contarán…

Presentación


Querido lector ávido de conocimiento y bien hacer, sé bienvenido a este pequeño registro que estoy elaborando con la intención de poner mi granito de arena y mi pequeña experiencia en el universo de la micología gastronómica e intentar que este granito vaya creciendo poco a poco en forma de perla negra del buen gusto culinario en conjunción con la sencillez y conde nuestra pasión de recorrer y reconocer el campo, amar el bosque y consagrar a la madre naturaleza en el podio que se merece.

Estése tranquilo de que no repetiré el compendio infinito de especies y subespecies comestibles, digeribles, tóxicas y venenosas que estamos acostumbrados a ver en cualquier manual o tratado de setas, en primer lugar porque ya existen estupendos trabajos en los que se puede profundizar abundantemente y no me gusta repetir ni plagiar aunque siempre intente emular el trabajo bien hecho, y en segundo, porque quiero que esta perla sea entretenida, enriquecedora y apetitosa, aunque cuando aborde el tema de los alucinógenos naturales recomendaré tener fe en lo que cuente y no experimentar nada en uno mismo ni en cabeza ajena, pero más de un narco podría sentir su negocio seriamente amenazado por el contenido de este blog, y eso también estimula.

Respecto a la parte culinaria estése tranquilo también porque tampoco va a ser una exhaustiva recopilación de recetas ni nada por el estilo, para ello ya tenemos al ilustre Karlos Arguiñano que lo hace fenomenalmente y que nos enriquece cada día con su basto saber y buen humor, que no nos falte Karlos.

Este blog aunque contenga recetas no irá por esos derroteros, expondré simplemente los platos que humildemente sé hacer y más me gustan, sobre una base de hongos y setas varias que por supuesto ni estarán todos ni serán complicada su preparación, pues ello me restaría tiempo para disfrutar del ocio campestre de su recogida y selección, o más bien al contrario, selección antes de recolección, además, mi conocimiento es escaso y me gusta lo simple.

Le agradezco su visita y espero que recorriendo este blog disfrute y aprenda tanto como yo lo he hecho en su elaboración.

Le agradeceré mucho también cualquier aporte, innovación o complemento a los artículos que iré colocando aquí, pues el conocimiento se construye entre todos y del mismo todos nos beneficiamos porque somos uno.

Un abrazo.